Octubre 30
una a una, en incontrolable sucesión, van cayendo, una a una, las gotas de sudor por mi frente. y me detengo un instante, lo analizo: gotas que se atropellan en mi rostro, desean estrellarse, acabar con su corta existencia lo antes posible.
abultandose en los pliegues de mi piel, juntan fuerzas, convicción inalterable. un simple salto, al vació, hacia el suelo, este suelo que me delimita y contiene, sostiene y condena. Las veo estrellarse, desaparecer en la nada misma, un instante, un mero paréntesis en el continuo correr del tiempo.
junto mis manos en símbolo de rendición, escurro mi frente con serenidad. se que nada cambiara y que esto es solo una excusa para que todo siga su normal curso.
solo eso, sudor en la frente, pesando mas que mi cuerpo, mas que mil cuerpos. de a poco caigo al suelo, aplastado por mis sueños, me recuesto y espero. siento un bienestar insólito, intento despertar pero eso lo he hecho reiteradas veces sin poder conseguirlo. todo se vuelve oscuro y profundo, el sonido es ahora tan solo un recuerdo apenas palpable. poco queda de mi, todo se ha ido escurriendo, gota a gota , una a una en un vórtice de sudor y eternidad. sueño otra vez, que despierto al fin.
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