jueves, 31 de diciembre de 2009

Diciembre 28, 2009


Me duele la cabeza. Me escucho decirlo, lo pienso y lo escribo. Sin embargo nada pasa, sigue ahí, el dolor. Y yo también, sigo acá, afirmándolo, alimentándolo, comprobándolo, odiándolo, creándolo, dolo, dolo, (dolo(r)). La mente completamente bloqueada, ni un ápice de inteligencia. Sólo sé que me duele la cabeza, del resto me olvidé. ¿Y a quién puede importarle otra cosa mientras tiene su cerebro repleto de bocinazos, gritos, chirridos, que lo van derritiendo progresivamente? El plan maestro, implacable. Involuntario en el caí y voluntario de él ahora soy. Centímetro a centímetro le regalo mis minutos, para desusarlos a su favor. Venas que se hinchan con mala sangre, cráneo siendo estrangulado. Las sienes balbucean en agonía, se oscurece la escena y alguien cierra mis ojos de un portazo.

1 comentario:

  1. Mis ojos se cerraron a las 22 hs del 31 de diciembre y cuando desperté, estaba en un nuevo año, no hubo brindis, lo único que bebí fueron mis propias lágrimas, entre las que me quedé dormida... y me pregunto? ¿hacia dónde va mi vida?

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